otro mundo es posible

En medio del tsunami económico global, los dueños del capital y los dueños del poder político -a veces los mismos, pero no siempre- se reúnen a decidir el destino de la humanidad. Allá en la cosmopolita Londres, representantes de 20 países -una minoría- decidirán o harán como que deciden, el futuro económico de miles de millones de seres humanos. Qué fregones. Y mientras, en las periferias, fuera del salón de acuerdos, los no convidados a ese banquete de miserables -millonarios y poderosos, pero miserables- protestan y aseguran que otro mundo es posible. Muy bien, suena lindo y esperanzador. Pero... cuál es ese otro mundo posible? Y lo más importante ¿cómo reinsertar ese otro mundo cuando hemos pululado por años en este tan descompuesto que hoy tenemos, el único que hemos conocido y al que ya nos acostumbramos a padecer, conformándonos a permanecer en él... como meros sobrevivientes?

Que la falla ha sido el jodido neoliberalismo, la ambición desmedida, la falta de escrúpulos y ética por parte de los empresarios; eso nadie lo niega. Pero resulta que ha sido este sistema y no otro, el que ha permitido el enriquecimiento desmedido de esos pocos que toman decisiones, frente al empobrecimiento descomunal de los miles de millones de pobres, que no tienen capacidad decisoria. Y entonces... ¿a poco esos poderosos y millonarios, van a consentir en un cambio de sistema, en acceder a ese otro mundo posible?

Cuando en un accidente
una explosión
un terremoto
un atentado
se salvan cuatro o cinco
creemos
insensatos
que derrotamos a la muerte

pero la muerte nunca
se impacienta
seguramente porque
sabe mejor que nadie
que los sobrevivientes
también mueren

(Sobrevivientes Mario Benedetti)