diciembre 02, 2008

la bajeza política

Le ventre legislatif, Honoré Daumier


Siempre he pensado que no hay como la caricatura para exhibir las miserias de quienes trabajan en la política... en México y en cualquier otro país. En incontables ocasiones, un buen cartón político dice mucho más que la mejor y más sesuda editorial.

Esta obra se titula El vientre legislativo y es una de las más célebres caricaturas del artista francés Honoré Daumier. Quien dedicó sus talentos a satirizar a la clase política francesa de su tiempo -siglo XIX- y quien como pocos, logró plasmar de manera magistral y con suma mordacidad, la miseria y la bajeza humanas.

Pero aunque haya más de una similitud, no confundir a estos señores con los miembros de nuestro H. Congreso de la Unión... que de Honorable cada vez tiene menos.


18 comentarios:

bruno dijo...

no se francese pero hay te vua un commentaire XD:

Es chida la caricatura politica porque nomas asi pos da flojerita leer mas a profundo los temas politicos, en cambio las caricaturas reflejan lo mismo en una imagen. Mi jefe compra la revista el chamuco y cada rato la veo y agarro buena cura.

DrPadrino GuAs JiR

marichuy dijo...

Dr. Padrino

Bueno creo que si el editorialista es bueno, no da flojera leerlo. Pero si, una buena caricatura política dice más que mil palabras.

LUIS TORRES dijo...

La politica siempre a sido la misma, por aca en Peru existe unos especimes ...de antologia mi hija

Unknown dijo...

Coincido contigo, además de que a mi los cartones me hacen reír tanto que bueno me son básicos en el periódico. Otra cosa que me pasa con ellos es que cuando veo a alguien viéndolos y riendo ( o haciendo entripados) me da la idea de que de menos es una persona enterada de lo que va pasando.

marichuy dijo...

Luis

Creo que en nuestra América Latina -aunque no solo aquí-, se concentran ejemplares políticos... vergonzosos.

Saludos

marichuy dijo...

tnf25

Eso mismo: la caricatura debe emberrinchar más a los políticos y además, nos permite hacer catarsis a nosotros los ciudadanos.

e. r. dijo...

Oh, el cuadro es fácilmente aplicable a un montón de países sudamericanos. Saludos

marichuy dijo...

E.R.

Si ¿verdad? Que triste.

Saludos

Luis Alvaz dijo...

y bueno, con RIUS hemos aprendido que la clase política no sería nada sin los empresarios y la sacrosanta iglesia y sus demás compinches.

En algunos casos, la mejor parte del periódico es el cartón, como en el caso de Milenio y si CerDotado. Y bueno, creo que la historia del cartón en México es extensa y podría ser la contraparte de un sistema editorial, periodístico y mediático que ha usado la información para acceder al poder y modificar la agenda política a voluntad.

Saludos

marichuy dijo...

Luis

Excacto, hay periódicos de los cuales lo único que vale la pena... son los cartonistas.

Saludos

Vegetable Man dijo...

acabo de enterarme de un secuesatro de un conocido en aguas calientes. Y lo peor de todo es que trendran que pagar porque la policia es aun mas corrupta. que pena

marichuy dijo...

Vegetable

Que terrible, triste. Pero así es, la corrupción y la impunidad son un mal generalizado.

Juan! dijo...

Que buena está!

Le puedes poner tantas caras y nombres…

Que triste pensar que después de tantos y tantos años seguimos soportando que nuestros representantes solo se interesen por ellos mismos. ¿Se estarán burlando de nosotros?

¿Qué pasaría si todos dejáramos de pagar impuestos? Digo… no me gusta pagar por un mal servicio >:)

Un abrazo grande!

marichuy dijo...

Juan

¿A poco no te recuerda a nuestros ínclitos senadores? Por ejemplo, ahí clarito veo a tipejos como Manlio Fabio Beltrones.

Un abrazo

chilangoleon dijo...

o=el=de=la=roquesenial=sin=olvidar=al=
boxeadorazo

Juan! dijo...

siii... ahí esta el Mayito Beltruenas ya lo vi!!! jajaja

Y Exaaacto... solo faltan los simios que se agarran a golpes :P

Besos!!!

Ah el diputable!!!

Chuchín Ortega=Zoolander...

Bueno ya :)

marichuy dijo...

Chilly

Por donde voltees, puras vergüenzas con los políticos mexicanos

marichuy dijo...

Ay Juan

Jesús Ortega es otra vergüenza nacional.

Abrazos compungidos