Eso de los pésames nunca se me ha dado, mejor recordarlo con una
pequeña muestra de su ironía... y qué mejor que hablando del futbol, él
que jamás vio un partido de fut completo y que al igual que la que esto escribe, se declaraba inútil para entender, y menos compartir, la emoción patria
que un gol de la selección nacional podía provocar en decenas de millones de mexicanos.
Monsi.por Carlos Payán
"En la trinchera Monsi,
siempre en la trinchera, del lado correcto de la guerra y de la vida,
siempre escribiendo sin traicionarse él mismo y sin traicionar a los
demás. En la trinchera Monsi, disparando dardos de ingenio,
dardos de humor, llenos de inteligencia, envenenados contra todo dislate
político y luegos sí, entró de frente a batirse con la huesuda, la
Catrina de Posada que él tanto quería y que le amagó una vez, hiriéndolo
apenas para acompañarlo durante una temporada y después dejarlo ir,
solo para volver a embestirlo, esta vez definitivamente. Quién como él
para morir disparando desde la trinchera, la de este lado, la nuestra;
quién como él, escritor aguerrido, pensador juguetón y burletero, el
mejor entre nosotros, el más certero, compañero del alma, compañero."
Publicado hoy en La Jornada, aquí el enlace para leer todos los artículos al respecto
Carlos Monsivais Aceves
Ciudad de México 4 mayo de 1938-Ciudad de México 19 de junio de 2010
«En Internet lo que se da es
maravilloso, el esplendor de la mitomanía colectiva. El ligue en el
chat, lo
que tal vez sea el chateo lúbrico, es formidable porque los chateadores
se
enfundan personalidades descomunales, cualidades físicas, dimensiones
inacabables. Como nunca, la gente deposita en el Internet la
personalidad, el
cuerpo, el atractivo, la cantidad de orgasmos por noche que quisiera
tener. Y
el anonimato facilita las invenciones.» C. Monsivais, fragmento del
capítulo El Chat, en su libro Apocalipstick
ADENDA
El día de hoy, el crítico de cine Carlos Bonfil deja de lado su reseña
fílmica semanal (lectura obligada para quien esto escribe, aunque no
siempre
comparta su opinión sobre el filme reseñado), para dar paso a un sencillo y emotivo texto, en donde sin necesidad de las
presuntuosas grandilocuencias acostumbradas
en estos casos da cuenta de las afinidades y lazos de amistad que lo unieron a
Carlos
Monsivaís. Al final del mismo, quizá como una suerte de epitafio para
Monsi, cita
estas palabras extraídas de las Memorias de Jean Paul Sartre:
«Lo que me gusta de mi locura es que siempre me protegió, desde el primer día, contra las seducciones de la elite: jamás me sentí el feliz propietario de un talento: mi único asunto fue salvarme, sin nada en las manos, sin nada en los bolsillos, con el trabajo y con la fe. De golpe esta pura opción dejaba de elevarme por encima de nadie: sin pertrechos, sin herramientas, me dediqué de cuerpo entero a salvarme de lleno. Si coloco la salvación imposible en el desván de los accesorios, ¿qué queda? Todo un hombre hecho de todos los hombres que los vale a todos y que vale lo que cualquiera de ellos.»
*****
26 comentarios:
La muerte de Monsi pesa; nos hará falta su visión sobre esta sociedad urbana; su forma inteligente, lúcida, aguda y deliciosamente irónica, sarcástica, de mirarse y mirarnos. Y aunque a muchos les molestara y a otros “exquisitos” le pareciera poco “fino” su estilo. Monsi, era una rara avis en este país donde la mafia cultural es tan decimonónica, como elitista y sobrada de estupidez.
"Se informa a los habitantes del planeta Tierra: a consecuencia del cambio climático muy pronto se iniciará el conteo regresivo y la humanidad entrará en su fase terminal. Sin embargo, y por fortuna, en vísperas de la catástrofe les ofrecemos la gran oportunidad: el lipstick que hará que se enamoren del color como casi nunca lo hubiera visto, un color incendiario por sus pigmentos puros y con la sensación cremosa que deja su néctar de miel nutritivo. ¿Qué más quieren? Y todo esto a unas horas de que la humanidad se desvanezca. Acudan al fin de la especie con labios flamígeros, los propios del beso de la despedida." Carlos Monsivais en "Apocalipstick"
Todos queríamos a Monsi.
Hace pocos años estuve con él en una charla que dio en una isla de estas tierras...tuvo la generosidad de firmarme un libro que guardo como un tesoro.
Se va en los momentos que más lo necesitamos.
Saludos tristes.
Me lo encontré un día en una de las pocas librerías de Oaxaca de Juárez, leí con avidez Amor perdido, y desde ese tiempo -era 1976- lo leí, y lo que me falta leer de lo escrito por él.
Una tarde de 1984, en uno de los cafés de los portales del puerto de Veracruz, lo escuché, al lado de Sara Lovera, proponer a los futuros lectores su participación en la fundación del diairio La Jornada, que a los pocos meses inció su edición.
En un día de 2005, en el Colegio de San Ildefonso, al terminar la presentación de un libro de fotografías de Mariana Yampolsky, lo saludé y le pedí que me firmara un ejemplar de Amor perdido con dedicatoria para mi hijo, es tu tocayo le dije, y es tu tocayo por tí. Firmó el libro con la dedicatoria solicitada.
El domingo 16 de julio de 2006 lo escuhé en el Zócalo de la ciudad de México, en la multitud que acudimos a la defensa de nuestros votos. Leyó un texto que escribió con su entrañable amigo Sergio Pitol. Dijo: No abandonemos nuestros votos en la fosa común de la resignación o la apatía.
Hace pocos días conversando con Pitol recordé tales palabras, y comentó sobre su preocupación por la gravedad de la enfermedad de su amigo. Y hoy terminó.
Y le decimos adiós. Nos quedamos con sus libros, que ya son nuestros.
Hola Marichuy !!
Hoy 19 de junio se termina el día. Y ahora en plena noche es hora de dormir. Sí.
Primero, intento imaginar cómo fue su vida de niño y a qué jugaba y qué pensaba y si imaginaría la gran persona en qué se convertiría. La infancia, la inocencia esa princesa.
Viendo una imagen en la que está reposando su mano en un sillón viejo y descarapelado donde ese tipo de lujo es lo de menos, que sin embargo en la misma imgen, quizá de su sala, se ve detrás de su figura sus monedas de oro: sus libros.
También intento imaginar si percibió en su cuarto de hospital su último de estos días en esta semena y qué habrá pensado para sí.
Sabes?! Me hubiera gustado que alguna vez hubiese podido tener una charla con el maestro.
Sea lo que fuere que haya pensado en el umbral de su respiración; quiero creer que se despide con una sonrisa, sonriendo como él sabe hacerlo.
Si me lo permites, Marichuy, yo deseo decirle hasta siempre con una melodía Puccini: Nessun Dorma
Que duerma y disfrute del sueño eterno... el niño Monsi.
Marichuy, te repito lo que te escribi en facebook: Monsi era ya en si mismo un monumento a la consecuencia intelectual, un pensador que dejo marca en nuestro pais no solo por su agudeza misma sino porque el objeto de su escrutinio era el Mexico mismo que rodaba y en el cual se inmiscuyo siempre. Sin embargo, no era un dios infalible, no comparto su vision del futbol, tal vez -como lo reconoce- le hizo falta ponerse la playera y salir a dar patadas, pero ahi esta su critica a los onderos: "los primeros gringos nacidos en mexico", cuando mas bien eran los primeros mexicanos nacidos en el mundo. Que descanse en paz ese gran maestro!
Angeek
Exacto: se va justo cuando este país más necesita de su lucidez, su agudeza, su sarcasmo, su implacable mirada sobre los desfiguros del poder -como atinadísimamente dice hoy “La Jornada". Y me da rabia, una infinita rabia, porque hombres como él no surgen todos los días; y más rabia porque habiendo tanto malnacido que ninguna falta le hace a este jodido mundo, se tiene que morir gente como Monsi. Y pro si faltara, en medio de la borrachera mundialista, los medios están más preocupados por los goles que por la muerte del gran Monsi.
Saludos ídem
Elonai
Pues sí, ya qué... nos quedan sus letras. Pero debo decir, desde lo más profundo de mi egoísmo, que la muerte de Monsivais me parece injusta y totalmente inconveniente en estos momentos.... cómo nos va a hacer falta.
Saludos
Quantum
Yo me robo algo dicho por José Emilio Pacheco hace unos meses, al recordar a su amigo Monsi (ya conocida su enfermedad) dijo algo más o menos así: "me cuesta trabajo imaginar a la Ciudad de México -a la que ambos aman entrañablemente- sin mi amigo Carlos Monsivais"
Bello homenaje (el de Pavarotti) para Monsi.
Saludos
JotaPechocho
Creo que es justo en abono a su congruencia que él mismo reconocía de dónde provenía su no entendimiento de las emociones provocadas por el futbol. Y sabes? es el mismo origen del mío: quizá si yo hubiera crecido con mi papá (que es pambolero) ahora sería una fanática del fut. Para bien y para mal no fue así.
Pero en Monsi, sobre todo, se admira su agudeza y su implacable espíritu crítico, incluso para la propia izquierda de la que era conspicuo miembro.
Besitos tristes
Sí, claro que pesa... mucho
su humor inteligente, su análisis crítico temido y admirado, su presencia constante a veces exagerada
pero hará aún más falta el saber que anda por ahí hablando de nosotros y observando lo que somos y nos convertimos
dentro de la lógica de la situación y entendiendo la distancia estoy triste por esto
... porque muchos se van pero nadie llega.
En fin.
Beso de estanquillo.
Mau
Puestos a escoger, mil veces preferible la "exagerada" presencia del Monsi... a la repetitiva presencia mediática de los políticos, con todo y sus exageradas declaraciones, tan ajenas y distantes de la lucidez de Monsi.
Un beso
fui una de las que nunca se cansaron de su intermitente presencia en los medios, ya hace casi veinte años leía en una revista alternativa la crítica a una colaboración que le pidieron (es un maquinazo -dijeron-, de alguien que no se pierde ninguna oportunidad de aparecer en algún medio)... pero en su crítica no hicieron la reflexión de que resultaron uno de tantos medios que le pedían su presencia
domingo a domingo leía su columna, un buen hábito interrumpido ahora
Malbi
Creo que si Monsi asistía a tal o cual sitio y escribía en tal o cual medio, era justo por lo que dices: porque lo invitaban (les daba rating). Por lo que a mí respecta, nunca padecí ese exceso... quizá porque no leo todos los periódicos ni veo todos los programas de tv.
Y ahora que ya no estará... quizá lo echen de menos (los que se quejaban de su sobreexposición).
Se podrán escribir 2046 esuqelas, se querrá documentar lo compartido, que intentará homenajear lo alcanzado, se buscará compenasar lo escamoteado, se pretenderá sanar lo herido.... pero jamás completaremos lo intentado.
Fue un ser Excepcional.
Si yo soy un pájaro sin patas, él era una enciclopedia con patas...
2046
Champy
Enciclopedia viviente, lo llamó alguien bien calificado para ello; un hombre tan culto como él, aunque menos famoso.
Besitos
Marichuy
Estoy tomando una agradable velada. Como después de tomar una bebiba y estar bajo sus influjos. Escuchando la música de tu otro blog y leyendo los post que no había contado con tiempo de leer. Ya no me ha dado tiempo de visitar otros blogs y tu par son los únicos en los que he decido navegar. Lo dicho nuevamente, tu espacio es es un refugio al que uno puede visitar a cualquier hora del día.
No sé si es la noche, la música, mi bebida virtual; pero deseo darte una mordida; tal vez me ruborizaré mañana en la tarde cuando me lea diciendo esto; y esque la noche es otro mundo, todos duermen, durante el sueño el cuerpo no esta triste ni feliz, simplemente descansa; la noche silenciosa parece un mundo que en verdad vive en paz...
Curiosamente uno de mis hábitos que procuro es dormirme temprano -disfruto dormir- y levantarme igual, temprano. En esta ocasión sin poderlo explicar se han invertido los papeles. Sonrío.
Probablemente ahorita estarás durmiendo y yo deseo que disfrutes del sueño.
Aaah !! cómo disfruto de tu música en este instante es como una caricia en el cuello.
Creo que una gran parte de los mexicanos tenemos nuestra version de Monsivais. Puede provenir de alguna platica de las muchisimas que dio para presentar algun libro o alguna revista, lo cual por si sola habla de la gran generosidad que poseia. Luego al formar el museo del estanquillo. Si alguno lo leyo o comenzo leyendolo, (por ejemplo en Amor perdido, que es el primer libro que aborde de el), y donde se encuentra uno con un autor ironico, sapiente, y con el pendular de la critica al poder y a los vicios clericales. Lo considero como el continuador directo de Salvador Novo. Creo que el mejor homenaje que se le puede hace a un autor es leerlo, pero en el caso de Monsivais, el compromiso va mas alla, mucho mas alla.
Aqui te comparto esto:
REQUIEM POR CITYMAN
Al fallecer el hombre llamado ciudad, ésta se estremeció imperceptiblemente como al paso de un eclipse, la energía eléctrica se interrumpió, las líneas telefónicas quedaron en silencio... por un momento por la ciudad campeó la ausencia del hombre que la había amado en todas sus formas y que le había buscado un centro a través de la voz, la memoria y la palabra. Al fallecer el hombre llamado ciudad, ésta pareció perder su centro sólo por un momento, pues el espíritu de su profana letra se diseminó y fue formando remolinos que repetían el brindis del bohemio
ADOLFO CASTAÑON
Quantum
Gracias por la visita.
Saludos
Querido GAB
Qué bello el Réquiem para Monsi, de Adolfo Castañón. Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo
Todos estos días he leido el sentir de todas las personas que se han visto afectadas por la muerte de Monsivais y me abstuve de decir algo y mejor regalar el respeto de mi silencio. Sintiendo la desgracia lejos, como cuando te dicen que se ha muerto un vecino que hace tiempo ya no veías. Sin embargo ayer veía en el 11, de lo poco bueno que se puede ver en la tele abierta. Y pasaron unas capsulas de Monsi. Recordar su voz, sus discursos intensos llenos de palabras rebuscadas, aplicadas a los temas más comunes, me hizo recordar que es el intelctual que más me ha maravillado precisamente porque habla de los temas comunes para mi que soy un hombre común; recordar que en el lugar que escribiese, o hablase, era para mi inmediatamente el sustraerme de todo para ponerle la máxima atención, me hizo recordar que lo conoci en la UNAM, yo uno entre miles, no se en que ponencia, en que mitin, en que auditorio, pero tambien lo conoci. Y en ese instante dejo de ser el vecino lejano y lo comence a extrañar.
Y sin darme cuenta mis lagrimas ya escurrían, no se si por él, por el tiempo que se viene, por la soledad de la noche, por aquellos tiempos idos.
Ahora te lei Mary, alla en melange y descubro que no estoy loco ni solo, que hay gente que tambien llora sin saber porque, pero tu lo explicas de una forma verdaderamente bella.
Abrazo llorosos y moquientos jeje
José
Quizá su muerte si sea más sentida acá, porque él era parte fundamental de la historia de la Ciudad de México. Y ahora, los chilangos nos hemos quedado sin su cronista principal (no oficial, pero sí el más conocedor de los avatares de esta metrópoli).
Saludos
Publicar un comentario