junio 25, 2010

escepticismos bicentenarios i



Ha querido el infortunio que la conmemoración del Bicentenario de la Independencia Mexicana, nos llegue en uno de los peores momentos de la historia reciente del país. Estando las cosas como están, resulta difícil ponerse en sintonía con el espíritu celebratorio del gobierno federal, para quien celebrar equivale al dispendio, a reeditar el boato decimonónico y rendir pleitesía a la retórica tan cursi como hueca y falaz. Festejar por un México fuerte e independiente, con futuro promisorio y presente digno; o bien, hacer alarde de un país seguro y justo, es, en el mejor de los casos, un mal chiste y en el peor, una burla o engaño… o todo junto. Y sin embargo, es de eso de lo que más hablan nuestras autoridades gobernantes en los últimos meses. Tal pareciera que su objetivo principal es convencernos de que en verdad tenemos motivos para celebrar y que por tanto, debemos dejarnos contagiar de su entusiasmo festivo, amén de reconocer (y agradecer) los muchos avances que el país ha logrado en los últimos años (quiero pensar que el cinismo de los PANistas, no llega al nivel de pretender hacernos creer que los mayores logros se han obtenido merced a sus buenos oficios  durante los nueve años que ellos llevan gobernando al país…) Y esto apenas empieza... no me quiero imaginar lo que sucederá en septiembre.

De momento, fiel a mi escepticismo, me declaro incapaz de sentirme ni siquiera un poquito emocionada por este bochinche celebratorio. Quisiera estar, al menos, con el ánimo de despotricar con singular alegría en contra de toda esta parafernalia. Pero para mi mala suerte, el bicentenario me ha llegado en un momento en el cual ya no sé si aún queda algo de mi espíritu revolucionario, de mi ingenuo idealismo adolescente.. Hoy, lo que alcanzo a ver de mí, es apenas la sombra de aquella que creía en revoluciones, justicias, mundos mejores y demás quimeras... las cuales, mucho me temo, yacen sepultadas bajo las ruinas de este país y de mis propias ilusiones. 

El año pasado, cuando dio inicio toda esta faramalla oficialista en torno a los festejos bicentenarios, el escritor Juan Villoro escribió lo siguiente:
   
“La costumbre de gastar lo que no tienes para demostrar que estás contento ha cobrado visos alarmantes con el Bicentenario. Para empezar, le tocó al PAN celebrar principios en los que no cree. Es como si los esquimales fueran comisionados para festejar el trópico. La Independencia no es un timbre de orgullo de un partido criollista que muy rara vez incluye a un moreno en sus puestos de alto rango y que permitió que José María Aznar, el más españolista de los políticos posteriores a la transición, viniera a México a apoyar la campaña de Felipe Calderón. La gesta revolucionaria le resulta aún más ajena. El PAN es un partido de restauración que pretendió regresar el reloj a la época en que el México decente no había sido mancillado por el peladaje que pidió justicia social. ¿Qué puede celebrar un partido que mira a la Revolución como una gesta de jacobinos, populistas y nacos?
Carente de contenidos, el Bicentenario se ha vuelto un dispendio autocelebratorio, no de la Patria, que carece de cuenta bancaria, sino de quien firma los cheques. Hay que reconocer que, al actuar de esta insensata manera, el gobierno ejerce la muy mexicana costumbre de echar la casa por la ventana sin que se conozca el motivo ni se tengan recursos. Pero una cosa es que cada quien dilapide sus propios centavos y otra muy distinta que el gobierno dilapide los que deberían ser de todos.”
Juan Villoro, fragmento del artículo Dispendios.
(publicado en el periódico Reforma el 9 de octubre de 2009)
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6 comentarios:

Aurore Dupin dijo...

Queridísima:

La fiesta de XV años de los PRIANistas de vecindad ya tiene el discurso del padrino borracho, Calderoncito.

marichuy dijo...

Querida

Pocas cosas más cursis que los discursos de los padres, borrachos y orgullosos, de las quinceañeras... pero si ese padre es Fecal… Puagh... es todo lo que puedo decir

Anónimo dijo...

Festejar con lo que no se tiene está feo, pero si ya no hay más que empeñar en el monte de piedad, ni crédito a solicitar en el Banco Mundial o el FMI, ¿no corremos el riesgo de un embargo? O sea, perder la soberanía o sea, no ser independientes, y entonces no habrá valido la pena el festejo. Como esos que se alegran porque gana la selección (de cualquier deporte, conste) un partido pero no un campeonato...
En fin, esta idiosincracia de agachones y resignados, de asumir por un lado el apellido de español de la conquista, pero visión de vencido...
Sólo espero que no haya vals vicente-nario jijiji
Besos adorada y admiradísima Marichuy

marichuy dijo...

Doc

Qué poco romántico eres. Imagínate un bonito vals -de Strauss, bien sûr- con dos parejitas estelares: Felipito con Margarita y Navita con Patylu. ¿A poco no te encantaría?

Parece ser el destino de este país (y de nosotros, sus habitante), vivir de fiado... o de ilusiones inicuas como los triunfos de la selección nacional de futbol.

Un beso

Unicornio dijo...

Así es, Marichuy.

Pero... ¿qué celebramos los mexicanos? ¿La Independencia? No me hagan reír.. ¿somos, acaso, "independientes"?
¿La "Revolución"? ¿Cuál, la que fue interrumpida, o la secuestrada por aquéllos contra los que iba dirigida?
Si ni siquiera queda ya aquél "enaltecedor" discurso oficial donde presumíamos ser "Hijos de la Revolución (de 1910)"... los P. Anistas (y mejor no les explico la etimología de este vocablo, que en idioma unicornio quiere decir "Pin... Anal-istas"... perdón!, ¿ven por qué no quería explicar??!!)...

... decía, los P.... esos, herederos de los que pelearon CONTRA los revolucionarios, ahora salen con que quieren "festejar a la patria". Esto explicaría por qué prefieren a las imágenes de los Insurgentes y casi ni "pelan" a los "revolucionarios" (imagínense al p.anista Navita diciendo "¡¡¿a poco el pelado ese es Zapata?!! No, mejor quítenlo del festejo!!").

En fin. Es de estas cosas que no logro comprender todavía de esta bella Tierra en que me tocó vivir.

Mejor festejemos que seguimos vivos, un siglo más.

(Y quizás con Esperanza en que lleguemos a otro siglo menos...)

Apoteósicamente (Viva México, ca... ramba!!), les saluda con afecto bimilenario,

el agitador (NO revoltoso, como el martini), Caballo con Cuerno...

marichuy dijo...

Ay mi estimado Unicornio

Más que celebrar, habríamos de reflexionar sobre todo lo que hemos -creo todos en mayor medida traicionado- los ideales de la Revolución Mexicana. En cuanto a la Independencia, siento que los países que hemos sido colonizados y saqueados durante años, en el fondo nuca dejamos de serlo. Sólo que ahora, bajo formas de colonización más sofisticadas y variadas, ligeramente disimuladas.

Y de Navita, el horror… nomás de verlo dan gansa de llorar.

Un abrazo