diciembre 14, 2009

la mirada del otro



El amor puede disimularse, acallarse, pero basta una mirada indiscreta para dejarlo indemne, desnudo ante los ojos de los demás. Descubrirse en la mirada del otro, es uno de sucesos más perturbadores que puede haber; casi tanto, como saberse "visto" por ese ser especial. Me declaro particularmente susceptible a la mirada... a ciertas miradas. Sé de muchos que atesoran el recuerdo de unas manos, una sonrisa o unos labios; por mi parte, yo guardo miradas. Desde que tengo memoria, lo primero que fija mi atención son los ojos; si a Oliverio Girondo le importa un pepino que una mujer carezca de curvas o de belleza asombrosa, mientras sepa volar... para mí, lo de menos es el resto del físico… en tanto su mirada me haga sentir, me provoque fantasías, me "diga" algo...




"Tus ojos son la patria
del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana
encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo"


[Octavio Paz, Tus ojos]

                         


imagen René Creval, poeta francés, 1900-1935

6 comentarios:

Aurore Dupin dijo...

Hablando de elegías interrumpidas...

"Codicia de la boca
al hilo de un suspiro suspendida,
ojos que no se cierran y hacen señas
y vagan de la lámpara a mis ojos,
fija mirada que se abraza a otra,
ajena, que se asfixia en el abrazo
y al fin se escapa y ve desde la orilla
cómo se hunde y pierde cuerpo el alma
y no encuentra unos ojos a que asirse...
¿Y me invitó a morir esa mirada?
Quizá morimos sólo porque nadie
quiere morirse con nosotros, nadie
quiere mirarnos a los ojos".

Ay, ojos.

marichuy dijo...

Ay querida

Ese Magíster Paz... a veces me devasta...

"Soy para ella ese olvido que tú fuiste para mí.
[...]
He gastado mi vida en olvidarte y recordarte, en huirte y perseguirte"

marichuy dijo...

De mares y ojos que lo han visto

“El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento
nadando por el mar, del mar sediento:
el mar que muere y nace en un reflejo.

El mar y tú, el mar espejo:
roca que escala el mar con paso lento,
pilar de sal que abate el mar sediento,
sed y vaivén y apenas un reflejo.

De la suma de instantes en que creces,
del círculo de imágenes del año,
retengo un mes de espumas y de peces,

y bajo cielos líquidos de estaño
tu cuerpo que en la luz abre bahías
al oscuro oleaje de los días”

(Octavio Paz)

Menospausas dijo...

Marichuy, que hermoso post, si, los ojos dicen tanto, delatan, apachurran, dan miedo o provocan amor, yo soy de las que recuerdo las manos, pero tengo que confesar que algunas miradas aún hoy las recuerdo, para bien o para mal…

Un abrazo

marichuy dijo...

Manospausas

Hay algunos seres (pocos) que tienen la capacidad de "saberte mirar"; "verte" mucho más allá de lo que a simple vista se ve, desnudándote... algo infinitamente más perturbador que quitarte la ropa.

Abrazos y gracias

Juan! dijo...

Querida paisanita

gozamos del mismo mal... atesoramos miradas. No hay nada más atrapante en éste mundo que las miradas.

Tampoco he podido encontrar algo que tenga más significado.

Abrazos

-J