Lo siento, no me pude aguantar. Este será el post más ególatra y mala leche que habré escrito en mi historia bloguera; pero no me puedo quedar callada.
No hace falta ser Doctorado en Ciencias para saberlo: ningún país podrá elevar su nivel de desarrollo, ni proveer a sus habitantes de mejores condiciones de vida, en tanto sus gobernantes no diseñen e implementen Políticas Públicas adecuadas en todas las ramas del desarrollo, pero en especial que lo que atañe a la Educación Pública, Ciencia y Tecnología y Salud. Y cualquier gobernante responsable y honesto, sabría esto y haría lo necesario para aplicarlo. Mi ejemplo favorito es la República de Irlanda. Un país sojuzgado y explotado por los ingleses durante años, quedando sumido en la pobreza y total carencia de oportunidades para sus habitantes, Irlanda se convirtió en un campo casi despoblado, cuando miles partieron rumbo a Estados Unidos en busca de de la tierra prometida. Y no solo la encontraron, sino que ayudaron al engrandecimiento de esa su nueva patria, a tal grado que no es exagerado afirmar que gran parte de la riqueza cultural y política del vecino país del norte, no sería la misma sin la presencia de los inmigrantes irlandeses (los Kennedy son el ejemplo más visible, pero no el único). Pero hoy, el panorama es totalmente distinto: de ser uno de los países más pobres de Europa Occidental, Irlanda es considerada el milagro de la Unión Europea... y no precisamente por obra y gracia de San Patricio, sino gracias a su apuesta por la Educación Ciencia y Tecnología. La OCDE recomienda que, como mínimo, los gobiernos inviertan el 1.5 por ciento del PIB... el gobierno irlandés decidió invertir un promedio del 6 por ciento del PIB anual.
A qué viene todo esto? A que en México, a duras penas se destina el 0.36 por ciento del PIB a la Ciencia y Tecnología. Y las dos Instituciones que mayoritariamente desarrollan investigaciones en esos campos son públicas: la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional. Y ambas, pese a los raquíticos recursos de que disponen, han logrado grandes avances y mecido el reconocimiento y respeto... allende las fronteras. A nivel interno, las cosas son muy distintas. En el caso específico de la UNAM, para nadie es un secreto, el infinito desprecio -casi odio me atrevería a decir- que le profesa el actual Gobierno Federal, quien no se conforma con destinar raquíticos recursos a esa Institución, sino que además, ha permitido que sus esbirros injurien y calumnien a la Universidad... como si viviéramos en el oscurantismo. Y frente a esta vergonzosa actitud, esta mañana le ha sido concedido el Premio Principe de Asturias en la rama de Comuniaicón y Humanidades a la UNAM. Más allá de que los premios sólo sirven para colgarlos en la pared más visible, el verdadero valor y significado de este Premio, radica en que no fue obtenido merced a los buenos oficios del tipo que cobra como Presidente de la República, sino gracias a la trayectoria académica, científica y humanística de la UNAM (los únicos Premios Nobel mexicanos salieron de sus aulas: Octavio Paz, Alfonso García Robles y Mario Molina). Por eso me da tanto gusto -aquí la egolatría mencionada al principio- y no puedo evitar sentir un enorme orgullo como egresada de esa Institución, que ha transitado por épocas muy malas, oscuras y hasta violentas, pero que ha sabido salir adelante... pese a todo y a todos aquellos que desearían su desaparición y/o privatización. Decía al principio, que este era mi post más mala leche y ahora lo muestro: este Premio deberíamos dedicárselo -que es decir, restregárselo en la cara- al Presidente de la República y al Presidente Nacional de su Partido... como una muestra de agradecimiento por todo su desdén e injurias hacia la UNAM.
No lo niego: me gustaría creer que este Premio servirá para que nuestros gobernantes y legisladores hagan lo necesario para apuntalar la Educación Pública, la Ciencia y la Tecnología (y no solo en la UNAM, sino en todas las Universidades Públicas), lamentablemente no creo que suceda así. Seguro que el Presidente no tendrá más remedio que felicitar a la UNAM y a su Rector, dirá algunas palabras huecas y retóricas, pero de ahí no pasará...
No hace falta ser Doctorado en Ciencias para saberlo: ningún país podrá elevar su nivel de desarrollo, ni proveer a sus habitantes de mejores condiciones de vida, en tanto sus gobernantes no diseñen e implementen Políticas Públicas adecuadas en todas las ramas del desarrollo, pero en especial que lo que atañe a la Educación Pública, Ciencia y Tecnología y Salud. Y cualquier gobernante responsable y honesto, sabría esto y haría lo necesario para aplicarlo. Mi ejemplo favorito es la República de Irlanda. Un país sojuzgado y explotado por los ingleses durante años, quedando sumido en la pobreza y total carencia de oportunidades para sus habitantes, Irlanda se convirtió en un campo casi despoblado, cuando miles partieron rumbo a Estados Unidos en busca de de la tierra prometida. Y no solo la encontraron, sino que ayudaron al engrandecimiento de esa su nueva patria, a tal grado que no es exagerado afirmar que gran parte de la riqueza cultural y política del vecino país del norte, no sería la misma sin la presencia de los inmigrantes irlandeses (los Kennedy son el ejemplo más visible, pero no el único). Pero hoy, el panorama es totalmente distinto: de ser uno de los países más pobres de Europa Occidental, Irlanda es considerada el milagro de la Unión Europea... y no precisamente por obra y gracia de San Patricio, sino gracias a su apuesta por la Educación Ciencia y Tecnología. La OCDE recomienda que, como mínimo, los gobiernos inviertan el 1.5 por ciento del PIB... el gobierno irlandés decidió invertir un promedio del 6 por ciento del PIB anual.
A qué viene todo esto? A que en México, a duras penas se destina el 0.36 por ciento del PIB a la Ciencia y Tecnología. Y las dos Instituciones que mayoritariamente desarrollan investigaciones en esos campos son públicas: la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional. Y ambas, pese a los raquíticos recursos de que disponen, han logrado grandes avances y mecido el reconocimiento y respeto... allende las fronteras. A nivel interno, las cosas son muy distintas. En el caso específico de la UNAM, para nadie es un secreto, el infinito desprecio -casi odio me atrevería a decir- que le profesa el actual Gobierno Federal, quien no se conforma con destinar raquíticos recursos a esa Institución, sino que además, ha permitido que sus esbirros injurien y calumnien a la Universidad... como si viviéramos en el oscurantismo. Y frente a esta vergonzosa actitud, esta mañana le ha sido concedido el Premio Principe de Asturias en la rama de Comuniaicón y Humanidades a la UNAM. Más allá de que los premios sólo sirven para colgarlos en la pared más visible, el verdadero valor y significado de este Premio, radica en que no fue obtenido merced a los buenos oficios del tipo que cobra como Presidente de la República, sino gracias a la trayectoria académica, científica y humanística de la UNAM (los únicos Premios Nobel mexicanos salieron de sus aulas: Octavio Paz, Alfonso García Robles y Mario Molina). Por eso me da tanto gusto -aquí la egolatría mencionada al principio- y no puedo evitar sentir un enorme orgullo como egresada de esa Institución, que ha transitado por épocas muy malas, oscuras y hasta violentas, pero que ha sabido salir adelante... pese a todo y a todos aquellos que desearían su desaparición y/o privatización. Decía al principio, que este era mi post más mala leche y ahora lo muestro: este Premio deberíamos dedicárselo -que es decir, restregárselo en la cara- al Presidente de la República y al Presidente Nacional de su Partido... como una muestra de agradecimiento por todo su desdén e injurias hacia la UNAM.
No lo niego: me gustaría creer que este Premio servirá para que nuestros gobernantes y legisladores hagan lo necesario para apuntalar la Educación Pública, la Ciencia y la Tecnología (y no solo en la UNAM, sino en todas las Universidades Públicas), lamentablemente no creo que suceda así. Seguro que el Presidente no tendrá más remedio que felicitar a la UNAM y a su Rector, dirá algunas palabras huecas y retóricas, pero de ahí no pasará...
23 comentarios:
Orgullo, desde luego y, claro, a restregar un premio más a esa junta de jijos... que no.
Todos los que estudiamos y trabajamos alguna vez ahí, nos sentimos profundamente ORGULLOSOS.
Gooooyaaaa......
Totalmente de acuerdo
tanto en tu indignación como en el orgullo
el problema de todos los países problemas es la educación, nada más, un buen sistema educativo, incluyente, accesible y abierto al cambio es la base del éxito de toda comunidad. Punto. No hay otra razón. El resto de las cosas salen de ahí o de su carencia evidentemente.
Aún cuando no es mi Alma Mater, hice algunos muy satisfactorios e inolvidables estudios en su facultad de Filosofía y Letras y lo recuerdo como uno de los capítulos más enriquecedores de mi vida como estudiante... estoy enamorado de la UNAM... vaya! hasta esa el la razón por la cual valiéndome M... el fútbol le voy a los Pumas, en serio.
En hora buena por los mexicanos pensantes y por la UNAM misma.
Besos Mari.
Me uno a tu convocatoria. Y que el premio también lo planten en la mera jeta de Lujambio, actual secretario de Educación Pública, y de todos aquellos que -maquinitas autómatas- prenden sus veladoras en la búsqueda por acabar con las humanidades...
Y como dijo Aristegui en su noti matutino, el campeonato de futbol y este premio hacen para los unamitas una muy buena quincena de nuestras vidas...
Pues yo como solo tengo la primaria, solo puedo felicitar de lejecitos a los Pumas, así como hay pena ajena, este es orgullo ajeno, así que
¡Felicidades!
Hola Marichuy!
primero te felicito por no tener pelos en la lengua... =D
segundo como dice MauVenom enhorabuena por la UNAM y por los mexicanos pensantes... o sea que TU...
Gracias por tu comentario en mi post...
Hasta luego
Para tundir a punta de logros como este (o el campeonato de fut) a los detractores de nuestra amada máxima casa de estudios.
Nunca dejaré de ser orgulloso egresado de una institución cuyos principios son: Docencia, Investigación y Extensión de la cultura. Amo a mi universidad por todo lo que le da a los demás aún sin estudiar en ella. Y me enorgullecen premios como este para mi institución a pesar delos traumas de tanto detractor que le ha salido este sexenio.
Exenio
Lo de la restregada me hace feliz, je.
Así es mi querida Angeek
Abrazos
Mau
Aunque en todos los países ese es el problema; en México se agudiza debido al desinterés y descuido, mantenido por las autoridades. Es imperdonable no hacer algo con la Educación Pública de este país.
Gracias por unirte a la felicitación.
Besos
Blogger Pechocho
Ah... de ese tipo ni me acordé. ¿Imaginas mayor decadencia, que la Silla de José Vasconcelos, siendo ocupada por ese tipo?
Carmencita, es mi ídolo, je
Jajá... Abraxas, ahora si no te mediste.
Gracias por tus ajenas felicitaciones
Ana
Ups... espero que no pertenezcas al fan club, de ese par de "ilustrísimos", je.
Gracias por las felicitaciones y el abrazo
yo no soy egresada pero si pasé por ahí (en metro -je-)
y me voy a ver bien pinche oportunista si me cuelgo de sus logros pero, como a Abraxas, también me da orgullo medio ajeno
Doctor Gurma
Así es, este premio es un bofetón con guante blanco (es más que una cachetada) en la jeta del Gobierno Federal
Abrazos
Malbicho
Jajá ¿cuál metro, tú?
Por lo demás, tu cuélgate todo lo que quieras, querida.
Marichuy,nada de pena por este orgullo de ser Unamista, la niniasabelotodo también es egresada de la UNAM.
Y bueno para decirte con mucho orgullo que mi papá que ya no vive, estará cantando donde quiera que este Gooooooooya Goooooooya Universidad.
Pena que este gobierno no reconozca a las universidades publicas, y que cada día quieran acabar con ellas, me sumo totalmente a tu enojo.
Pero hoy es momento de celebrar a todos los que han luchado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Vaya una felicitación para ti también por haber estudiado en esta Universidad
Un caluroso (en verdad caluroso y bochornoso) Abrazo
Dilbertina
Perdón se que no sientes pena por ser de la UNAM sino por dedicar un post al premio....nada más merecido.
Dilbertina
Querida ya decía yo, que ¿Cuál pena, restregarle el premio en la jeta de ese par?
Aunque sueñe mal, el solo hecho de imaginármelos... me hace feliz, je
Pero para que veas cuánto importa la educación, la ciencia y la tecnología en este país, El Universal prefirió darle sus ocho columnas... a una nota sobre el inmundo Jefe Diego y al futbol. Qué tal?
Abrazos pumas
Estimada, adorada y venerada Marichuy:
Completamente deacuerdo con vos sobre el orgullo que deben sentir por el premio otorgado a la UNAM...Felicidades. Y tambien es consecuente el sentir el placebo de la satisfacción de la restregada simbolica de ese orgullo como medio de expresión cultural a los esfuerzos de menguar y desestimar a la UNAM desde el palacio de la republica!
Un abrazo
En pie de lucha compañera (Ja!)
Querido Potter
Y no es sólo un placer, nada culposo, el querer restregarle este galardón al susodicho; en verdad se lo merece. Si los gobiernos no apoyan la Educación Pública, nuestros países nunca dejarán de ser jodidos.
Besos
Marichuy, es usted muy leve para eso de la egolatría... su post me parece perfectamente centrado y correcto. Para posts mala leche, ególatras y desinformados estamos yo y otros aun mas ojetes. Me dio mucho gusto el premio de la unam, ojalá se le otorguen muchos mas reconocimientos internacionales (que se los merecen)... y ojalá pierdan el próximo clásico del futbol americano :P
Kyuuketetsuki
Muchas racias, oiga.
La frase última de tu comentario, salió desde lo más profundo de tu alma politécnica. T'a bueno, pues, les daremos chance, jeje.
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