Mi avatar no es gratuito. Pero durante mucho tiempo me sentía rara por gustar de un filme como Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, Tan distinto, casi opuesto, a mis preferencias cinematográficas habituales. Así que guardé ese gustito muy en secreto, confinándolo en el baúl donde escondo mis placeres culposos. Solo hasta que lo vi por segunda o tercera vez, reparé en por qué me gustaba tanto esa escena donde Amélie, embargada por un sentimiento de melancolía, va hasta el canal de San Martín y lanza piedritas, mientras va dejándose llevar por la contemplación del pequeño oleaje que su hundimiento produce y con el cual la melancolía va disipándose. Al verla, me acordé de la costumbre de mi pueblo, consistente en llevar a los niños enfermos de tiricia... a lanzar pequeñas flores al río, con la esperanza que al ser arrastradas por la corriente del agua, las florecitas se lleven consigo esa inexplicable melancolía infantil. Mi abuela me contaba que en más de una ocasión, me llevó a lanzar florecitas rojas al pequeño río que corría tras la casa. Mirando atrás, supongo que ese ritual pueblerino surtió efecto, pues tuve una niñez feliz aún cuando no fue como la de los demás niños, ya que crecí lejos de mis padres y mis hermanos; y por lo mismo -cuando en las vacaciones escolares iba a casa de mis padres-, llegué a sentirme como una extranjera dentro de mi propia familia.
Hoy mientras escribo esto, no es que sea presa de la tiricia -bueno, quizá un poco: Estoy confinada en casa y aunque no soy de las que extraña el caos vial ni las aglomeraciones, la tensa calma que se respira no es como para gritar de felicidad. Sin embargo, lejos estoy de ponerme a listar las cosas que deseo hacer antes de que llegue el fin del mundo (algo que ahora está muy de moda entre los blogueros mexicanos). Quizá porque, insensata como soy, me niego a creer que una epidemia de influenza humana nos llevará al fin del mundo. O quizá, al ser demasiadas las cosas que quiero hacer antes de morir, no me place escribirlas como si se tratara de mi testamento. Pero algo de melancolía habrá, que me acordé de una película rusa llamada Cartas de un hombre muerto; donde un científico sobreviviente a la hecatombe nuclear y encerrado en un refugio junto a unos niños, escribe exorcizantes cartas a su hijo muerto. Lo interesante del filme -amén de exhibir la arrogancia y supina estupidez humana- es que pese a la desolación que lo invade (no sabría decir qué fue primero, si el filme o la explosión de Chernóbyl), tiene un final esperanzador: el científico abandona el refugio llevándose a los niños, a quienes dice algo así:
De mi listado de cosas que desearía hacer antes de que llegue el fin del mundo, me encargaré después. Pero como me gusta caminar y mucho, me dispongo a seguir haciéndolo... aun en el encierro. Y al igual que Amélie Poulain, voy a lanzar pequeñas piedritas al Canal, o a tirar florecitas rojas como lo hacía a los tres años. Sin importar que el Canal de San Martin esté tan lejos como el río de mi infancia y que de momento, no tenga a la mano piedritas ni de flores rojas... es que fue día del trabajo y las vendedoras no salieron a ofrecer sus floridas mercancías...
***************************************************************************
Hoy mientras escribo esto, no es que sea presa de la tiricia -bueno, quizá un poco: Estoy confinada en casa y aunque no soy de las que extraña el caos vial ni las aglomeraciones, la tensa calma que se respira no es como para gritar de felicidad. Sin embargo, lejos estoy de ponerme a listar las cosas que deseo hacer antes de que llegue el fin del mundo (algo que ahora está muy de moda entre los blogueros mexicanos). Quizá porque, insensata como soy, me niego a creer que una epidemia de influenza humana nos llevará al fin del mundo. O quizá, al ser demasiadas las cosas que quiero hacer antes de morir, no me place escribirlas como si se tratara de mi testamento. Pero algo de melancolía habrá, que me acordé de una película rusa llamada Cartas de un hombre muerto; donde un científico sobreviviente a la hecatombe nuclear y encerrado en un refugio junto a unos niños, escribe exorcizantes cartas a su hijo muerto. Lo interesante del filme -amén de exhibir la arrogancia y supina estupidez humana- es que pese a la desolación que lo invade (no sabría decir qué fue primero, si el filme o la explosión de Chernóbyl), tiene un final esperanzador: el científico abandona el refugio llevándose a los niños, a quienes dice algo así:
"Recuerden. El mundo no ha muerto... Váyanse y caminen hasta que se les agoten las fuerzas. Porque el hombre que camina siempre tiene esperanza"
De mi listado de cosas que desearía hacer antes de que llegue el fin del mundo, me encargaré después. Pero como me gusta caminar y mucho, me dispongo a seguir haciéndolo... aun en el encierro. Y al igual que Amélie Poulain, voy a lanzar pequeñas piedritas al Canal, o a tirar florecitas rojas como lo hacía a los tres años. Sin importar que el Canal de San Martin esté tan lejos como el río de mi infancia y que de momento, no tenga a la mano piedritas ni de flores rojas... es que fue día del trabajo y las vendedoras no salieron a ofrecer sus floridas mercancías...
***************************************************************************
21 comentarios:
Marichuy: está todo parado en Mexico por la gripe? no lo puedo imaginar, terrible ciudad de grande con las calles semidesierta, como en la película soy leyenda. Hoy para el día del trabajador nos reunimos con los compañeros del equipo de fútbol para jugar dos partidos en una chacra hermosa, con los álamos amarillentos, el colchón de hojas, el césped rociado de agua, después de los partidos: un asado grosso.
Cómo contenés tus deseos de caminar? quizá con unos buenos poemas, música, un trago, la compu y sus amigos virtules.
saludos
Mariano
Creo que difícilmente la Ciudad de México podría estar totalmente paralizada; como el gobierno federal quisiera. Los medios de prensa -sobre todo extranjeros, junto con la vergonzosa tv mexicana, han convertido a esto en algo mucho peor de lo que ya es. Eso, sin mencionar que la gravedad de la epidemia les ha servido para montar un circo mediático, del cual sacan raja. Un asco.
No obstante, como hoy es feriado obligatorio y el cinco de mayo también, el gobierno federal decretó asueto oficial de aquí al martes; por lo que mucha gente, ante el pánico inducido desde el gobierno y los medios, permanece en casa y sin moverse mucho.
Nunca vi "I am Legend" y ahora menos se me antoja (de tanto que la relacionan con este asunto de la epidemia).
Qué hago? Doy vueltas en mi apartamento; ya vi dos películas y a ratos leo a Pamuk. Pero mañana saldré.
Saludos
Tengo por afición caminar, pero la premura con que me esperaban adecuadamente las recurrentes emergencias médicas y el resto de las actividades a las que le entrego gran parte del tiempo, me hicieron desistir de caminar mucho hasta reducir la actividad al tiempo que le doy al paseo con mi Schnauzer gigante 'Goya' Ahora que ni perros callejeros parece haber por mi barrio, pondré ese ejemplo de esperanza que sugieres caminando más. Y por supuesto caminaré todos los domingos en Tepoztlán hasta que mis esperanzas personales (Las que tiene que ver con mi patria verdadera) se puedan tocar. Este post tuy es un bálsamo para el ánimo y me ha reconfortado. Sé que falta mucho para que el mundo acabe y para que yo muera, y aunque podría hacer también una buena lista, quiero caminar para que a la vuelta, revise si el papel me roba algún propósito.
Música. Letras. Ideas. Verdades. Amigos en las mismas circusntancias, instando a los demás a despertar la consciencia más allá de la rutina. En esto coincido con tus blogs.
Lo demás (Epidemias de carticatura, trastornos sociales, complicaciones económicas y etcétera que pertenecen a los acostumbrados a vivir como engranes de maquinaria y no como personas) es lo de menos
Mi admiración, mi cariño y en esta ocasión especialmente mi gratitud Marichuy
Yo soy otro tu: Con los pies en el cielo, la cabeza en el cielo y el corazón en la mano. M.V.Z. Iván Gutiérrez López (a) Dr. Gurma
Querida, hace meses fui a un local donde rentan películas, nunca había visto la caja del DVD de Amelie, pero al verla te vi por supuesto, la película a mi si me gusta, y tenía la inquietud de preguntarte por ella, ahora me has contestado.
El relato de tu abuela, y el ser una extraña en tu casa, me hizo caer en la cuenta del día en que vivimos, hoy debería de festejar, de festejar que mis padres se casaron un día como hoy, si, ya se la personas que conozco se casan en días para no olvidar, y en lugar de festejar me dedique a tratar de leer e informarme sobre lo que esta pasando, bueno hoy antes de desconectar esta máquina, agradezco mucho tu relato, niña de las flores rojas, espero que las puedas tirar algún día, aunque sea en Chapultepec, un domingo cualquiera.
Se que igual te hubieras quedado en tu hogar, al igual que muchos lo hacemos a veces, es el sentimiento de desasosiego compartido por muchos, no es el fin del mundo, pero es un buen fin de semana para replantear y recuperar a las niñas que las abuelas cuidaban con tanto amor, es el día no de hacer una lista antes de que el Apocalipsis llegue ahora, no Marichuy, esto pasará, y esto nos marcará, yo espero que para bien, en verdad mi esperanza es esa, dejando atrás muchas cosas que en verdad no importan, recuperando las flores rojas que no hemos tirado en años, yo si creo que no es el momento de hacer una lista de lo que te falta por hacer, es una lista de “he recobrado…”
Como el Dr. Gurma, no he sacado a mi pequeña Schnauzer, la mía es pequeñita, y muy traviesa, pero ha pasado todo el día a mi lado, siempre he visto que es el mejor regalo, que me han dado, el Sr. BB y yo la queremos mucho, y tiene una formación de acuerdo a su origen alemán, no le decimos siéntate, es como en tu edificio inteligente “el procedimiento”, bueno ella solo entiende así, que le vamos a hacer. Entre tus flores, leer mucho, ver que el Sr. BB no mejora de una infección en los ojos, y mi pequeña de “El procedimiento” te doy las gracias por un excelente post.
Un abrazo amiga, Dilbertina
Doctor Gurma
Pasear a los perros es algo realmente relajante. Yo, por vivir en un departamento, no tengo ni perro ni gato. Pero en la casa familiar, mi primo tiene una french poodle "Paprika"; un verdadero encanto: siempre que llego de visita, da como diez minutos de vueltas y ya no quiere que nadie la saque a pasear, más que yo.
En fin Doc... leeremos, veremos películas y trataremos de mantener la ecuanimidad.
Un abrazo y gracias por sus palabras.
Querida Dilbertina
Es oficial: tus gentes se casan en las fechas más extrañas e inolvidables.
Yo nunca vi Amélie en cine; solo hasta que salió el DVD en México y me lo regalaron. Me gustó a la primera vista y también la banda sonora, que por supuesto me compré. Y luego, cuando vino Yann Tiersen a la Ciudad de México -dentro del festival del Centro Histórico- fui a verlo para encontrarme con un tipo talentosísimo; un musicazo.
Ese remedio contra la tiricia infantil, según mi abuela, es muy efectivo; más que cualquier receta del Doctor Freud.
Y por eso hoy que pese a no sentir propiamente tiricia, estoy algo cansada de tanta sobresaturación informativa -porque a querer o no te imbuye de cierto desaliento-, necesitaba... tirar flores rojas al río.
Un abrazo, querida
:´(
extraño a mi abuelita...
es que me acordé por tu post
el fin del mundo llega con la muerte nada más mi Marichuy... para todos hay uno... y lo podemos recrear también cada vez que decidimos cambiarlo todo y usar un nuevo camino para llegar a lugares que quizá ni preevemos
oye... cuáles son tus placeres culposos??... esribe un post de eso, cuéntame, quiero saber.
Besos sin tapabocas ni nada. Si te digo que soy re mandilón.
Cartas de un hombre muerto es una cinta triste... aún con su dejo de esperanza la siento así.
es curioso marichuy como se agolpan recuerdos.. justo como piedritas...
seguro que hay mucho por hacer y no necesitamos hacerlas desesperadamente antes de que esto haga caput! emulando a mi W....
siempre he sido una soñadora, una perseguidora de ilusión, de que haya esa magia que a veces creo no entienden muchos, tu te me haces alguien sumamente especial, con una sensibilidad unica y la combinas con hacerme siempre reflexionar tanto .. aprendo mucho de ti
seguramente amelie es un personaje o un avatar que nos identifique en mucho o menor medida.
pero sabes? me alegro que tu seas de carne y hueso aunque no te conozca
Hla Marichuy!!!
por tu nostalgia, no necesitas tirar piedritas al rio... sino peñascos!
=D
no en serio, que recuerdos, y esa palabra tiricia es el reflejo mas grande de tu estado de animo actual...
sabes, no es lo mismo ver los toros desde afuera... esto viene por que no vivo en el DF, pero si, tienes razon es una saturación de informacion que ya hasta da miedo prender la TV
Por ahi comento una de mis hermanas: "cuando te toca aunque te quites y cuando no te toca aunque te pongas" de vdd no es tiempo de hacer listados pero si de vivir cada dia como si fura el ultimo...
mañana espero y de vdd salgas a caminar =D
cuidate y un abrazo
pd. me llega esa cancion de Sade
Es muy desalentador estar así, en un claustro impuesto por una situación que nadie conoce, que nadie puede experimentar, pero que existe porque la gente la ha hecho suya.
Por ahora estamos un poco ciegos, desorientados, no sabemos si salir con una mascara que nos haga pasar desapercibidos, o simplemente escondiéndonos del resto de la gente.
Pasa que el laberinto de información nos ha convertido en entes errantes y poco analíticos.
Ojalá llegara hoy una Amélie Poulain ha corregir ese camino, como en aquello célebre secuencia en la que le indica a ese hombre ciego lo que sucede a su alrededor. Después todo sería éxtasis...
Para mí este espacio siempre ha sido de gran lucidez. Aquí encuentro refugio y hospitalidad. Una amable anfitriona que siempre me hace sentir ser humano, vivo.
Saludos y un abrazo.
Pues como acá no hay ríos, te invito a tirar piedritas al mar.
Tus experiencias con tu abuela Paterna, son por demás, vivificantes y denotan una fuerte influencia en tu carácter. Que fabuloso empeño puso aquella señora en criar a su hija entre los saberes populares de generación en generación, y unos exquisitos rituales de formación intelectual. Esto es fascinante en vos!
Por otra parte, pienso (y es una mera especulación) que amelie es sin duda uno de los personajes mas reprimidos del cine. Su limitada existencia es abrumadora en cada mirada captada en un primer plano.
Espero que regresen las flores coloridas, las sonrisas amplias, los rasgos de un pasado y una historia mezclados entre la modernidad de una ciudad (que se niega a dejar perder su pasado), esperemos que todo mejore! Así será.
Yo saldría. Para hacer parte de la Historia, parte del miedo en la ciudad más poblada de habla hispana!
Ciudad de México, sola, triste y con miedo… eso es historia!
Saldría a tirar al menos unas flores rojas en la carretera solitaria, y a lanzar unas tres piedras al obelisco.
Mau
Será idea mía, pero la expresión "antes de que llegue el fin del mundo" me parece demasiado dramática. En cuanto a la muerte, como lo único seguro que tenemos, no tengo el menor problema en aceptarla; la he visto demasiado cerca.
Y de mis placeres culposos, ups... algunos son tan políticamente incorrectos, que hasta a mi me da pena reconocerlos, menos para andarlos exhibiendo, je.
"Cartas de un hombre muerto" está imbuida de una total desolación, pero me parece una buena película; en las antípodas de esos mazacotes de efectos especiales desproporcionados y apabullantes que acostumbra hollywood.
Besitos libres
Jolie
Los recuerdos se agolpan en formas distintas: a veces como meras sombres y otras, de manera más nítida... casi como si los estuvieras reviviendo en tiempo real. Y eso es lo que somos: la suma de esos recuerdos y de nuestros sueños, los cumplidos y los frustrados.
Besos ameliescos
PS Se me antojó andar en Mont Martre
Ana
Me parece que nada es más reconfortante, que encontrar refugio en los buenos recuerdos de la infancia. Así que ¡mándame unas rocas y un ciento de flores rojas querida! -que no sean rosas, porque me chocan.
Insisto: los medios de prensa han montado un circo mediático asqueante. Yo no he visto ni un solo noticiero de TV y estoy a punto de hacerle caso al imbécil de Vicente Fox: ya ni los periódicos quiero leer.
Un abrazo
PS tu hermana tiene buena parte de razón
Luis
A mi lo que más me molesta es el alarmismo: no sé si sea mi imaginación, pero tal pareciera que el gobierno federal quiere imbuirnos pánico y paralizarnos en mente y cuerpo. Estoy harta de eso (aunque he de confesar que el tapaboca tampoco es mi hit).
Si ahorita estuviéramos en el set de Amélie, en lugar de andar como ella y Nino, subiendo en moto por Mont Martre, más bien seríamos como el hombre de cristal... con la diferncia que yo ni pintora soy.
Un abrazo Luis
Angeek
He pensado tanto en el mar; he escuchado el mar, ese choque de las altísimas olas con los acantilados, en las madrugadas de Pie de La Cuesta.
Gracias por la invitación
Potter querido
Ya parezco disco rayado, verdad? Pero qué quieres que haga. En momentos así, extraño la sensatez de mi abuela, quien seguro ya me estaría diciendo que no me dejara sugestionar por tanta basura mediática y que no sobredimensionara las cosas.
A mi, Amélie me parece uno de los personajes más mágicos e imaginativos que he visto; una especie de Le Petit Prince posmoderno.
En un rato voy asalir a comprar astromelias rojas y a lanzar piedritas... aunque sea a un charco.
Abrazos y besos... aunque usted no me mandara ninguno, snif
Mientras no andes causando desastres todo esta bien... Ups... ¿No habrás sido tu la niña que causo la Influenza Porcina?
(Si consideras que es un placer culposo es que te guste Amelie... Merde, Yo no tengo remedio...)
Abraxas
Jaja ¿Causar yo la epidemia? Por Dior, como diría el clásico:
¿yo yo por qué?
Caminando y platicando...
Publicar un comentario