abril 23, 2009

la república de los libros

Quizá el El día mundial del libro tenga el mismo sentido que El Día internacional de la mujer: su sola existencia es señal de que algo no anda bien. No obstante, me resulta infinitamente más grato el 23 de abril que el 8 de marzo.

Cada quien sabrá por qué lee, cómo nació su gusto por la lectura y sobre todo, qué sensación le provoca hacerlo. Y también, cada uno tendrá un libro favorito sobre favoritos, ese libro que salvaría del incendio, aunque en ello les fuera la vida. Hay quienes afirman que determinado libro les cambió la vida. Algunos leen para acompañar las horas de soledad; otros para enriquecer sus horas, sean o no de soledad, otros más leen buscando respuestas... y terminan haciéndose más preguntas.

El escritor y poeta mexicano -paisano de Don Alfonso Reyes por cierto,- Gabriel Zaid, autor del ya clásico De los libros al poder dice creer en:

"el milagro de un instante y en la posibilidad de fijarlo en un poema, que la buena escritura no mata los temas, que la literatura es hija de la tradición y que el acto de leer, es una forma de conversación diferida"

Por mi parte, debo confesar que mi corazón guarda varios libros bien amados, pero debido a su condición algo inestable -del mio corazón-, mis quereres registran fluctuaciones de cuando en cuando. Y ya por último, dejo una cita de mi libro más amado el día de hoy, Memorias de Adriano; son las últimas lineas de este maravilloso libro de Margueritte Yourcenar -estupendamente traducido por Julio Cortázar-; es decir, el poema dictado por el Empeador Adriano, poco antes de morir:


"Mínima alma mía, tierna y flotante,
huésped y compañera de mi cuerpo,
descenderás a esos parajes pálidos,
rígidos y desnudos,
donde habrás de renunciar
a los juegos de antaño.

Todavía un instante miremos juntos
las riberas familiares,
los objetos que sin duda
no volveremos a ver…

Tratemos de entrar en la muerte
con los ojos abiertos..."

P. Elio Adriano, Imp.




Lectores en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (UNAM) Foto María Meléndrez Parada

23 comentarios:

Deino dijo...

Siento un tanto de culpa, ya que no he leido mucho en los ultimos dos años (Aunque el tiempo que no le he dedicado a la litratura, se lo he dado a la musica y a la pintura). Curiosamente, hoy he decidido corregir mi mal habito, y he conseguido que me prestaran un libro de Octavio Paz sobre Duchamp. A agarrarle el ritmo de nuevo.

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Aun me falta leer algo que me marque, algo que 'cambie mi vida'. Creo que es un buen insentivo para seguir leyendo.

Saludos Marichuy ^^

Luis Alvaz dijo...

Entiendo que se celebre el día del libro, pero por qué esa falacia llamada "derechos de autor". En verdad, analicemos tan sólo la connotación de "derechos de autor", "propiedad intelectual", etc.

Bueno, yo sé que es bien utópico pensar en la democratización de la información, pero oficializar la mercadotecnia intelectual, ese acto indeleble de mercantilismo anacrónico, de industria cultural que aliena la cultura y la vuelve parte del monopolio oligarca...

Estoy empeñado en que haya más contenidos amparados bajo el sello Copy Left. No digo que no exista el oficio de escritor, o el de poeta, etc.; sin embargo, me parece que los autores deben ser más conscientes con la realidad cultural e intelectual.

Aunque tienes razón, el hecho de que exista un día del libro, así como un día de la tierra, es indicio de que algo huele muy mal.

Saludos anárquicos, jejej.

Anónimo dijo...

...proximo ano el film con Banderas (probablemente) en la parte del emperador filosofo, dirigido por Johm Boorman. tu lo sabías?

marichuy dijo...

Deino

Querido, escogiste bien tu ejemplar de reencuentro con los libros, me parece que Marcel Duchamp va contigo... es decir, con tu pasión pictórica

Saludos

marichuy dijo...

Luis

Esa que mencionas es solo una más, de las muchas falacias que hay en torno al tema. En cuanto a la democratización de la información, me parece igual de utópica que la democratización de la sociedad, para acabar pronto.

En fin, leamos y soñemos en utopías, aunque el despertar sea cruel...

Saludos

marichuy dijo...

Signore Criticone

NO me lo recuerdes ¡¡¡

Cuando lo supe, el año pasado, casi entré en shock. ¿Antonio Banderas como el Divino Adriano (y para colmo, en inglés)? No quiero ni imaginarme la cosa que saldrá. Como dirías tu: porca miseria¡¡

Un beso

mario skan dijo...

Hablando de libros copados, no sé si hay un libro que me rompió el bocho pero si recuerdo el entusiasmo que me propinó la lectura de EL siglo de las luces, me pareció el castellano más bello, fue como descubrir el lenguaje. Gran parte de ese efecto tal vez lo produjera la fiebre, en ese momento tenía anginas, pero creo que esto ya lo conté, parezco un viejo que cuenta mil veces lo mismo.

Muy bueno Murichuy.}COn respecto a Memorias de Adriano, cuentote que me gusta más el diario que hay al final del libro que la novela, que tengo inconclusa, ese diario : imperdible.

saludos

marichuy dijo...

Mariano

"El Siglo de las Luces" a mi también me encanta y además, me recuerda a alguien que quise mucho -él me lo regaló. Y ahora que lo mencionas, es cierto, su lectura es algo delirante.

A mi me gusta completo Memorias de Adriano, incluido el recuento que hace la Yourcenar en su Cuaderno de Notas.

Saludos

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Aquí está la respuesta a tu respuesta en mi bolg y a lectura de esta grata entrada.

http://respirapoemas.blogspot.com/2009/04/el-libro-que-salvaria-del-incendio.html

Anónimo dijo...

Querida al igual que tu prefiero este festejo que el día internacional de la mujer, gracias por recordarme que hoy es el día internacional del libro, lo cual me recuerda que hoy es el día de San Jorge y debo de felicitar a un amigo medio sentido.

Sobre to preferencia a las Memorias de Adriano, recuerdo que fue el primer post que leí de ti, y recuerdo que mi hermana, me lo regalo justo después de la muerte de mi papá, comencé a leerlo y me paraba en cada página pensando en un señor grande y solitario, tenía que dejar de leer por el dolor que me producía, aún hoy empiezo a leerlo con miedo, como si los fantasmas fueran a salir, algún día llegaré al final de un libro que puede causar tantas emociones

Gracias por el regalo del día del libro

Dilbertina

Exenio dijo...

SI, tratemos...

Kyuuketsuki dijo...

El libro que rescataría del fuego sería el Péndulo de Foucault, de Eco, sin duda alguna. Y ya que mencionaron arriba aberraciones cinematográficas en base a libros, debo decir que tengo miedo de lo que va a hacer hollywood (y Roland Emmerich) con Fundación! Otro de mis favoritos. Maldición =(

marichuy dijo...

Cuentos bajo pedido

Gracias por el poema...

marichuy dijo...

Dilbertina

La lectura de “Las Memorias de Adriano” puede resultar triste, en la medida en que uno la ve como una especie de “Epístola Mortuoria”; yo hasta he llorado, pero soy masoquista... jeje

Gracias a ti

Un abrazo libre

marichuy dijo...

Exenio

Que lo disfrutes (supongo que te refieres a leer)

marichuy dijo...

Kyuuketsuki

¿Sabes que me pasó? Después de “En el nombre de la rosa”; “El Péndulo…” me resultó menos apasionante (y es posible que hasta sea un mejor libro que en El nombre…”). Esa adicción que me provocaron las aventuras de los monjes benedictinos, fue una experiencia alucinante para mí.

Y de las futuras “Obras maestras" del Séptimo Arte (“Las Memorias” y esta que mencionas), prefiero no imaginármelas.

Saludos

Potter dijo...

Hermosa Dama

Disculpa la demora en comentarte, pero estaba un poco indispuesto.
Acá recuperandome, leyendote y tomando muchas bebidas, siento que mi vida no puede ser mejor.
Te confieso, que he leído libros fascinantes (no los suficientes aún...) pero aún siento que no he leido un libro por el cual ariesgára mi integridad.
Pero espero hallarlo.

Buen post, excelentes imagenes y un insuperable acompañamiento musical.

Un abrazo Queridisima Dama.
Sus palabras son un aliento, un aliciente y un embrujo!

Con mis mejores consideraciones
Potter

marichuy dijo...

Potter

¿Enfermito? Lo lamento mucho; solo hasta que uno se siente indispuesto, valora ese lugar común de los buenos deseos de fin de año: “mucha salud”. Espero que termines de recuperarte pronto

Sabes? Yo aún tengo la esperanza de encontrarme con ese, el “libro de mi vida”... aunque lo mejor sería encontrarme con más de uno.

Te agradezco la visita y te mando un abrazo fuerte, deseándote un completo alivio.

El cola E´Flecha dijo...

¿Y ahora? ¿Marichuy la mercantilista? ¿Ya andas de promotora de la Gandhi?.... Jajaja, No no no, eso de andar pretendiendo galanes de derecha no deja nada bueno.

marichuy dijo...

Abraxas

Jajá, Ya con que sea un cerdo capitalista, es suficiente desgracia; como para que encima me salgas con que es un cerdo de derecha pan-yunquista...

Unicornio dijo...

En cuanto al que es tu amado libro, alguna vez también me iluminó, como si al pasear por una hermosa playa que te ofrece un cálido masaje en los pies con su arena y un soplo de vida con su brisa, te encontraras de pronto un diamante asomando en la línea de la marea.

El "diamante" decía:

"Cuando los dioses ya no estaban y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que sólo estuvo el hombre".

(Correspondencia de Flaubert, subrayada por Marguerite Yourcenar hacia 1927: Cuadernos de Notas a las "Memorias de Adriano", de M. Yourcenar).

(Le habré contado alguna vez, ma chère Mademoiselle, que mi aversión -y espero no se escandalice- al noble idioma francés terminó para siempre al querer conocer al que escribió tan enorme "fresco" escrito, sobre la historia humana??!!).

Y concuerdo: los libros son el Alma de la Humanidad. Son el Espíritu del Hombre impreso en la sangre de la Tierra. Por eso hay que tratarlos, amarlos, DEFENDERLOS con todo nuestro corazón. Nos desangraríamos hasta la muerte sin ellos...

Con todo cariño, en estos verdes días de lecturas inolvidables, se despide...

el "incunable" Caballo con Cuerno...

P.D. También coincido con Ud. Hay algo muuuy raro en que NO exista el "Día del Unicornio", jejeje. Perdón, fue una broma. Saludos!!!

marichuy dijo...

Querido Unicornio

En ese libro hay momentos únicos, fascinantes; es clara la admiración, sin reservas, que siente Mme. Yourenar hacia el Divino Adriano.

Un placer y un honor tener por aquí a un incunable; hasta hoy lo más cerca que he estado de uno, ha sido con un libro publicado en 1898.

Un abrazo

Fernando García Pañeda dijo...

No sé si sería capaz de salvar sólo un libro de un incendio. Posiblemente ardería yo con ellos, como el capitán que se hunde con su barco ;)
Un saludo.